Las dos músicas abrevan en universos sonoros disímiles, pero comparten intersecciones. El sábado desde las 20:30 en la sala del Centro Cívico.
(El Cordillerano) – La que vive en Trevelin (Chubut) considera a su música como “un ping pong de emociones”. La que reside en Villa La Angostura (Neuquén) la define como “contemplativa y mántrica”. Ahora están separadas por una provincia de distancia, pero se conocen de la escena capitalina y el próximo sábado (14 de junio) compartirán escenario en la Usina Cultural del Cívico (Biblioteca Sarmiento) desde las 20:30. Una confluencia atrayente.
Periódicamente, Leila Cherro se presenta en Bariloche, pero en los últimos tiempos “estuve en proceso de composición. El verano con los incendios afectó ánimos y complicó las rutas como para moverse, así que me sumergí en comenzar a grabar un disco con muchas canciones nuevas que estaré tocando el sábado en la Biblioteca Popular Sarmiento”, adelantó la del violonchelo electroacústico.
Por su parte, Julieta Rimoldi se aboca más “a tocar en vivo, organizar conciertos y compartir música con otrxs”, le dijo por escrito a El Cordillerano. Aunque nació en Ushuaia (Tierra del Fuego), “inició su viaje musical en Buenos Aires”, informó por su parte la institución anfitriona. Hace 12 años reside del otro lado del Nahuel Huapi, aunque también periódicamente actúa por aquí. Ya lanzó cuatro álbumes.
“A Julieta la conozco desde hace muchos años en CABA”, compartió Leila. “La iba a escuchar muy seguido, era una de las pocas cantautoras en escena de ese momento. Los caminos y los años hicieron que nos reencontremos en el sur y podamos coincidir haciendo nuestras canciones”, celebró. Además de interpretar cada una sus obras en sus respectivos momentos también van a compartir un segmento.
Es que “a Leila la conozco hace muchos años, de cuando yo cantaba en Buenos Aires y ella era chelista de Aristimuño”, sumó por su parte Julieta. “Siempre me pareció una artista tremenda y cuando escuché sus canciones me sentí muy identificada con su decir. Somos de la misma generación y curtimos un ambiente en un momento determinado, lo cual hace que tengamos un código en común y mucho más cercano, ahora viviendo en la Patagonia”.
Que vayan a confluir en la sala del Centro Cívico no es casualidad. “Intento siempre moverme, a veces a lugares más cercanos como la Comarca o Bariloche y otras veces voy un poco más allá: Puerto Madryn, Trelew, Río Colorado, Buenos Aires o Rosario. Lo que más me gusta es llegar a la gente y compartir el encuentro, dejar de lado por un rato las redes para mirarnos en 3D y crear ese mágico ritual que para mí es un concierto”, resaltó Leila.
La apelación a la magia no es banal. “Mi propuesta musical es contemplativa y mántrica. Es para ir hacia adentro, se puede escuchar con ojos cerrados, es emocional, visceral y experimental”, definió Julieta. “En mi segmento voy a interpretar canciones de mi último disco, Adentro la noche, más algunos temas nuevos o viejos junto a Lucas Giotta en un ambient set”, anticipó la vecina de Villa La Angostura.
Precisamente, “siento que la música de Juli es como un mantra que te baja y te conecta. Mi música es un ping pong de emociones que va para todos lados”, definió por su parte Leila. “Creo que esos dos mundos tan opuestos generan que haya una diversidad de colores en un mismo concierto, que se unen inevitablemente en la elección del proyecto de vida: dos mujeres en el sur vivenciando el frío, el lago, la hostilidad, la paz, la soledad, el amor, la fuerza, la naturaleza y lo incierto”, resaltó.
“Son esas emociones tan contradictorias y bellas que tienen tanto que ver con la vida en la Patagonia: dos mujeres en el sur haciendo canciones atravesadas por esta vida que elegimos”, insistió Leila todavía desde Trevelin. Una noche que alternará un subibaja de emociones con momentos proclives a la introspección. Dos músicas, pero “un código común y cercano”.